¿Por qué como sanitario no me voy a poner la 3ª dosis de vacuna anti-COVID sabiendo que es eficaz y segura, y por qué lo cuento? Se trata de una cuestión ética relacionada que no afecta solo a estas vacunas, sino a todo nuestro modo de vida.
Muchas vacunas víricas, y estas también, usan en su producción y/o en sus pruebas cultivos celulares que provienen de células extraídas de abortos provocados (ver artículo previo). No es algo exclusivo de las vacunas de COVID.
Aunque sea preferible el uso de cultivos éticamente limpios, la repulsa moral que produce la extracción de células de abortos no se traslada igual a los que décadas más tarde usan esos cultivos para vacunas, por eso las aceptamos en situaciones de riesgo si no hay opción.
En consecuencia, recomiendo la vacunación COVID incluida 3ª dosis a personas de riesgo. Pero como sanitario sano sin atención directa, mi riesgo es bajo, y me planto ante la utilización de seres humanos embriofetales, con menos derechos que los animales (ver vídeos sobre tráfico de órganos de Planned Parenthood, la multinacional abortista).
No es una situación aislada. Nuestro modo de vida funciona sobre injusticias. P. ej. las baterías de móviles (excepto Fairphone) se fabrican con coltán del Congo, extraído por niños esclavizados y secuestrados. Las empresas compran sin mirar. Creo que debemos sensibilizarnos en todas estas situaciones y actuar en consecuencia.
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