Un gran estudio canadiense (Natalie Auger y colaboradores, Journal of Psychiatric Research 2025), con 1,2 millones de embarazos analizados que incluían 28.721 abortos provocados, ha mostrado los problemas asociados al aborto en la salud mental:
1. El aborto se asoció con hospitalización psiquiátrica aumentada. Entre las mujeres que habían abortado, un 7,5% más de ellas tuvieron que ser ingresadas en los años siguientes, en comparación con las que siguieron adelante con el embarazo.
2. Lo que hace más sólido este estudio es que el aumento del riesgo psiquiátrico post-aborto fue independiente de la edad, problemas previos de salud mental o bajos recursos (fueron variables ajustadas). Aunque las mujeres con problemas previos mostraron más riesgo, el aumento se produjo en todas las que abortaron.
3. El estudio observó los datos de 1,2 millones de mujeres durante 17 años. El aumento de hospitalizaciones psiquiátricas se observó más en los primeros 5 años tras el aborto.
En concreto, se observaron:
- el doble de transtornos psíquicos
- 3,6 veces más abuso de sustancias
- mayor riesgo de suicidio
Y lo más importante es que hablamos de un resultado muy duro y obletivo de sufrimiento post-aborto: la hospitalización psiquiátrica. Aunque los números son ya de por sí elevados, sería razonable pensar que muchas más mujeres podrían estar sufriendo efectos negativos sin llegar a ser hospitalizadas. Los efectos del aborto sobre la salud mental fueron ya descritos por psicólogos clínicos como Burke y Reardon en 2002 ("Mujeres Silenciadas. Cómo se explica el sufrimiento de la mujer que aborta").
El artículo que ahora se ha difundido es el estudio epidemiológico más sólido realizado hasta ahora sobre este tema. Fue financiado con dinero público y ha sido publicado en una de las revistas de psiquiatría más prestigiosas del mundo. Pone en evidneic que el sufrimiento psíquico de la mujer que aborta ha sido ignorado y menospreciado durante décadas, salvo por las asociaciones que se dedican a ayudar a estas mujeres, como fue en su día la "Asociación de Víctimas del Aborto", que publicó "Yo aborté. Testimonios reales de mujeres que han sufrido un aborto provocado en España (Sara Martín, 2005)" y, actualmente, el Proyecto Raquel de Spei Mater (asociación de la Iglesia Católica).
Con esta investigación queda claro: llamar "salud reproductiva" al aborto es totalmente contrario a la evidencia científica. El aborto no solo acaba con la vida del hijo/a, también hiere profundamente a la mujer. Parece lógico que una acción tan profundamente contraria a la ética como pública y legalmente normalizada como supuesto "derecho" de la mujer, genere interiormente procesos de culpabilidad y rencor reprimidos, que se manifiestan psicológicamente en diversas formas de sufrimiento personal.
Quedan por analizar los efectos sobre la salud mental del padre y sobre los profesionales que intervienen en el aborto provocado. Hoy por hoy, ya sabemos que abortar es una falsa solución que daña profundamente a las mujeres con embarazo inesperado.
Fuente: PubMed: Journal of Psychiatric Research, julio de 2025. Artículo completo: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/40408979/
Comentarios